Estás en el aire - por JORGELINA ETZE




Estás en el aire

de Jorgelina Etze, el miércoles, 26 de octubre de 2011 a las 1:49

El barrio cambió, ya no lo reconozco. Repleto de negocios que venden cualquier cosa en lugares donde antes había una casa en la que algo pasó, en la que algo nos pasó. Lleno de rejas donde antes había flores, de supermercados donde antes había baldíos, y lo peor, lleno de ausencias donde antes había afectos…
El barrio cambió y en su cambio yo no me reconozco y, a pesar de haberme quedado, tengo la sensación de haberme ido sin tener un lugar al que volver.
El barrio cambió, ya no lo encuentro y casi ya no te encuentro.
Pero la otra tarde, salí como suelo salir y vivir: atropellada. Pensando en miles de cosas sin ninguna importancia, revolviendo mi enorme cartera que para lo único que me sirve es para perder las llaves, el celular y la billetera (el barrio cambió, pero yo no tanto), y de golpe, así, de improviso, como pasan la mayoría de las cosas buenas; por primera vez en esta primavera, el aire del barrio olió a primavera…
Mi cabeza se llenó del perfume de los paraísos y de los jazmines que siguen creciendo por todos lados, y de golpe me olvidé de las mil cosas sin importancia que tenía en la cabeza, porque el aroma hizo lo mejor que sabe hacer: ayudarnos a evocar. En las notas dulces y fragantes de la primavera de mi barrio, me transporté al pasado y en ese pasado estabas vos.
Me vi quince o veinte años atrás, alegre de que los días se alargaran, porque tu casa de dos puertas quedaba un poco lejos de la mía y tenía ganas de verte; o apurándome, a la nochecita, porque tenía algo muy importante que decirte o que enterarme y te buscaba en el pilar de tu casa frente al club, mientras tu mamá nos retaba para que entremos. Me encontré en tu casa, de rosales, de entrepisos, de placares ordenados y de mates interminables, porque vos siempre estabas lista para poner la pava. Me acordé de tu casa con rosas en el arco de la entrada, con cercos y clases de inglés o en la tuya con pan negro y queso Verónica acompañado de mates con miel. Me sorprendió una carcajada cuando me acordé de tu tortuga y tu tortugo que ponían huevos que nunca engendraban tortuguitas. También me reí, cuando me acordé de tu departamento del barrio y de tu mamá que siempre nos daba algo para comer, y no importaba cuánto hubiéramos comido: nunca era suficiente.
Recordé tu casa, que era frías de Adrogué, no de Turdera, donde los domingos a la tarde nos hacíamos confesiones acompañadas de helado de dulce de leche granizado para todas y de limón para mí. Me agarré la cabeza al acordarme de las largas noches de charlas en tu casa, cuando desesperadas porque ya no había puchos, revolvíamos las colillas en los ceniceros, buscando algún resto que fuera “fumable”.
Evoqué las tardes y las noches en las que nos sabíamos importantes, pintando fotocopias con Liquid Paper porque había que sacar las revistas…
Y me acordé de mi casa de Mitre, de tantas tardes y tantas noches charlando en el patio lleno de jazmines y flores que caían sobre nosotros, y recordé mi quincho que fue testigo de tantas y tantas cosas… Dos por tres, en alguna reunión, alguno se daba la cabeza contra los cristales que mi mamá mantenía inmaculados. De cuántas cosas fueron testigos esas paredes: charlas, risas, bromas, llantos, besos, ilusiones…
Entonces me di cuenta que sí, que el barrio, en la superficie había cambiado, pero que todos estamos por aquí, entre los árboles, en el aire… sólo hace falta que prestemos un poquito de atención para encontrarnos, recordarnos, pero sobre todo, para reconocernos.

Comentarios

luis ha dicho que…
Hermoso lo que cuenta Jorgelina, de su niñes, y de su casa que muestra con tanto cariño en la foto. Una historia que hoy temprano nos hizo a lagrimear un poco...Gracias Jor Papá
JORGELINAETZE ha dicho que…
Gracias por publicarlo. No era tan "niña". Lamentablemente, hace 20, ya tenía 17 Jajaja. Me alegro que te gustara.
luis ha dicho que…
Bueno Hija yo tengo 65 (casi 66) y alli tenia 47..., gracias por esos hermosos recuerdos a mamá y a mi nos alegrste el día....serás una gran escritura