La oposición, otra forma de hacer kirchnerismo-Por Carlos M. Reymundo Roberts
La oposición, otra forma de hacer kirchnerismo Por Carlos M. Reymundo Roberts | LA NACION Es conocida mi debilidad por Boudou, y no sólo por su origen liberal. Todo en él me cae bien. El tipo militó en la derecha, defendió al Proceso, se apegó a la plata y se desapegó de las formas, fundió empresas, esquiaba todos los años en Aspen, veraneaba en San Diego, ha declarado ser "desenfadadamente pronorteamericano", anda por la vida en una Harley con su novia y su guitarra, en su declaración jurada confundió dólares con pesos (gracioso en un ministro de Economía, ¿no?) y ha anunciado 17 veces un acuerdo con el Club de París que nunca se concretó. Es esa desfachatez la que me conmueve. Es el menos serio de todos los que militamos cerca de la señora, y ahí está, encaramado como candidato a vice. Amado es un milagro, y él lo sabe, y ella lo sabe, y todos lo sabemos. Amado es caricaturescamente argentino: lanzado, simpático, fashio...