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¿Que estoy pensando?, me pregunta Don Facebook. 

Se lo cuento:

Hace 38 a帽os, un d铆a inolvidable de octubre de 1983 fui presidente de mesa en una escuela de Burzaco. Esa ma帽ana me vest铆 con mi mejor ropa, no porque era autoridad sino porque sent铆a que iba a ser part铆cipe de un hecho trascendente que me conmov铆a.

Yo ten铆a mi corazoncito puesto en alguien que pens茅, cambiar铆a nuestra historia de votos y golpes militares. No ten铆a dudas respecto al resultado y esperaba que el ganador fuera quien finalmente fue.

Hoy, despu茅s de tanto tiempo, m谩s viejo y con mi vida cambiada, quiero volver a votar porque me obliga el hecho de tratar de quitarle poder al gobierno actual que busca ser absoluto, casi dictatorial y que temo nos pueda llevar a un enfrentamiento entre argentinos.

Evidentemente que de 1983 a la fecha muchas cosas han cambiado. Cambiaron las utop铆as y cambiaron las esperanzas, pero esta vez hay algo m谩s: a diferencia de lo que ocurr铆a en aquel octubre, en este, hay una tremenda grieta creada para provocar la divisi贸n.

En aquel 83 sab铆amos que viv铆amos sin libertad y hasta el mismo gobierno de entonces no se preocupaba en ocultarlo. Hoy la historia a los j贸venes se les cuenta distorsionada. Se los adoctrina con una farsa y hasta en cuestiones b谩sicas como la forma de hablar o el sexo de las personas se lo manipulan para enfrentarnos.

Se desgarran por decir proteger a la mujer pero entre sus filas hay un senador acusado de violar a una sobrina y todos callan y miran para otro lado. 

Nos hicieron sectarios y nos quieren hacer pensar que la mentira es la verdad y que el esfuerzo y el m茅rito no tienen mayor sentido. El estado nos proveer谩 de todo, inclusive (seg煤n dichos recientes de un secretario reci茅n arribado) de felicidad para estas fiestas, pero el estado no puede dedicarse a proteger a sus habitantes de ataques terroristas de grupos que lo desconocen, tanto como a sus autoridades y su bandera.

Por primera vez se notan agresiones a la comunidad jud铆a, se nos hace sentir que los ladrones y los presos pueden andar libremente por la calle y que quienes generan trabajo y riqueza son expoliadores de los que menos tienen a quien este gobierno quiere pobres, burros y sometidos.

Llegamos al extremo que un exvicepresidente, condenado por ladr贸n, hoy en libertad condicional, pretenda darle c谩tedra de como gobernar a quien hoy gobierna que se supone, es del mismo signo pol铆tico.

Se profanan lugares que recuerdan los mas de ciento quince mil muertos por esta pandemia con la intenci贸n de agredir a sus familiares con la ignorante torpeza de suponer que estos representan opositores.

En 1983 no hab铆a grieta. Los unos y los otros (rivales, pero no enemigos) quer铆amos volver a la democracia y recuperar la libertad.

Ojal谩 mi voto el 14 de noviembre sea un voto 煤til no ya para recuperar la democracia que en aquel d铆a ya lejano recuperamos, sino para recuperar la esperanza, desplazar a la mentira y volver a creer en la justicia.

No s茅 si fui claro, pero si en 1983 vot茅 para recuperar la democracia ahora estoy obligado a ir a votar para no perderla.


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